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Planes de viabilidad y reestructuración empresarial

Concepto

El reestructurador es un profesional con experiencia acreditada en reestructuraciones o en administración concursal, los cuales deberán poseer estudios jurídicos y financieros.

Pueden ser reestructuradores las personas físicas y las jurídicas. El juez, mediante auto, es quién hace el nombramiento, la retribución a percibir y la duración del cargo.

Aunque su intervención no es preceptiva, es muy necesaria si queremos que el plan de reestructuración sea homologado y vincule también a los socios que hubieran votado en contra del mismo, por ejemplo.

Su intervención será obligatoria si el juez lo estima conveniente.

Si un porcentaje relevante de acreedores o el deudor lo solicitan.

En definitiva, la figura del experto en reestructuración será clave para paliar los problemas económicos de las empresas que pasan por un mal momento en sus finanzas pero que con una buena negociación y un plan que refleje los acuerdos entre los acreedores y el deudor, pueden “tirar adelante” sin necesidad de someterse a una liquidación concursal.

Funciones del reestructurador

Las funciones del reestructurador se basan principalmente en asistir al deudor y a los acreedores para la negociación y la elaboración de los planes de restructuración. 

También hace labores de mediación entre el deudor y los acreedores y elabora informes y los presenta al juez, en especial el informe sobre el valor de la empresa en funcionamiento (en caso de que el plan de reestructuración no cuente con la aprobación de todas las partes).

El papel del reestructurador es en esencia el de asistir a la empresa deudora y a los acreedores en la fase de negociación y de elaborar el plan de reestructuración que busquen la viabilidad de la actividad económica.

También están entre sus labores la mediación entre ambas partes -empresa y acreedores- y la elaboración de informes que ha de presentar ante el juez competente, sobre todo aquel informe que determina el valor de la empresa en funcionamiento cuando el plan de reestructuración no cuente con la aprobación de todas las partes.

El experto en reestructuraciones, a diferencia del administrador concursal, no interviene ni supervisa los poderes de administración y disposición patrimonial del deudor.

Es clave que en la reestructuración se informe sobre la viabilidad de la empresa y, en definitiva, sobre si el valor de la empresa en continuidad es superior al de la empresa en liquidación, para lo que se debe poder informar a los acreedores sobre si el plan del deudor permite una obtención de flujos de caja suficientes para pagar la deuda total o un porcentaje mayor que el que se obtendría en un proceso de liquidación.

En este contexto y en una serie de supuestos contemplados por la ley, el papel de un experto en reestructuraciones es clave. De su adecuado desarrollo e implantación dependerá en buena medida que la presente reforma logre finalmente los objetivos pretendidos por todas las regulaciones anteriores: facilitar la continuidad de las empresas viables.

¿Quiénes podrán beneficiarse del plan de restructuración? 

Únicamente podrán hacerlo aquellas empresas que, a pesar de su delicada situación económica, sean todavía viables. Es decir, que exista la posibilidad real de que el negocio pueda dar suficientes beneficios. O dicho de otra forma, cuando la empresa tenga más valor en funcionamiento que con la venta de su patrimonio. Para ello, en el proceso de reestructuración es imprescindible que se aporte un informe de viabilidad.

Los planes de reestructuración, que se configuran como una herramienta pre-concursal, podrán suponer la modificación del activo, del pasivo y de los fondos propios del deudor. También las unidades productivas o la empresa en su totalidad puede ser objeto de reforma.